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La experiencia de Medellín en liderazgo escolar y desarrollo profesional
En esta edición del Boletín de Liderazgo Escolar conversamos con Carmen Tulia Cano, decana de la Facultad de Educación de la Universidad de San Buenaventura Medellín, en Colombia. Junto a ella exploramos la formación en dirección, gestión y liderazgo en dicha casa de estudios y cómo desde el ámbito universitario se ha buscado generar un impacto positivo en la comunidad escolar local.
En cuanto a la formación en el área, la decana comenta que la institución posee una especialización y una maestría, incluyendo una línea (mención) que enfatiza la gestión del currículum y la gestión educativa. Ambos programas incluyen seminarios y simposios donde las y los participantes “presentan sus intereses investigativos y con la ayuda de un asesor van fundamentando y trabajando” para luego exponer sus resultados, destacando temas como el trabajo sobre el currículum, el foco académico y la gestión y participación comunitaria. Este foco comunitario está estrechamente relacionado con la impronta de la casa de estudios: al ser una universidad franciscana, tanto la comunidad como el reconocimiento de los contextos y de su diversidad son aspectos clave. En ese sentido, menciona que uno de los objetivos de su institución es el de formar líderes que sean capaces de “transformar sus realidades”, lo que implica, además, analizar cómo se comprende la calidad educativa desde los entornos locales: “De qué estamos hablando cuando hablamos de calidad educativa, más allá de las normas, de los elementos genéricos que se nos puedan presentar o los instrumentos que encontremos. Es la problematización sobre la calidad educativa, desde qué perspectiva nos movemos para también ayudar a esa transformación de la realidad”, explica Cano. Para apoyar la implementación de estos cambios, los programas se caracterizan por el énfasis en metodologías de investigación, esperando consolidar un perfil que va en la línea de la investigación profesional.
En un ámbito diferente, este énfasis de la institución en el contexto local ha propiciado el desarrollo de un trabajo interuniversitario en el marco de la suspensión de clases por la pandemia del Covid-19, motivando la conformación de una red para entregar orientaciones a las organizaciones educativas locales. “La hemos llamado Red de Educación en Tiempos de Emergencia. Nos unimos con la Universidad de Antioquia y con la Universidad del Valle para preguntarnos qué está pasando distinto con la escuela, qué está pasando con el directivo docente, cómo prepararnos, qué sucedió antes, durante y después de esta contingencia y cómo reacciona la escuela frente a eso”, cuenta. En ese sentido, han elaborado “recomendaciones de acción inicial” para directivos y personal administrativo, recomendaciones sobre la evaluación y “normas mínimas de índole metódico, porque las preguntas son muchas”, agrega la decana, esperando servir como apoyo, también, en escuelas de otras regiones de Latinoamérica.
Según la autoridad, “los estudiantes viven realidades que pueden marcar muchas diferencias, podemos tener mucha gente excluida del sistema (…). El directivo docente tiene que ser capaz de leer esas realidades y poder actuar en consecuencia. Los cambios nos obligan a tener otras formas de respuesta, las respuestas tienen que ser otras. No podemos hablar de las mismas respuestas si las preguntas no son las mismas”.