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Retorno a clases: ¿Liderar la apertura o clausura en las escuelas?
Los sistemas escolares, las escuelas y el campo educativo en su conjunto operan como un sistema social abierto. Esto significa que los procesos y prácticas de transformación que ocurren en su interior se basan en un intercambio con el entorno: “recibir” ciertas influencias y también “neutralizar” otras. Un constante desafío para las organizaciones en general, y entre ellas las organizaciones educativas, es lograr un balance satisfactorio en este intercambio, equilibrando los impulsos por cambiar e innovar y la necesidad de conservar elementos propios de su función principal: la enseñanza y el aprendizaje.
Cotidianamente, y sobre todo en el contexto actual, las y los directivos y líderes escolares enfrentan negociaciones y conversaciones con sus autoridades y - también - con los miembros de su organización: profesores, estudiantes y familias. Además, algunos participan en diálogos con personalidades políticas, académicos y agentes de influencia. Todas estas son oportunidades para escuchar e intercambiar experiencias de liderazgo escolar, centradas en prácticas y en las demandas que experimentan. Algunas de éstas forman parte del foco permanente de las escuelas y otras han emergido en la contingencia. Esta experiencia profesional compartida permite visualizar dilemas estratégicos y operativos que tensionan a los establecimientos, pero – también - muestran la toma de decisiones y capacidades que se están desplegando en situaciones de crisis, excepción y recuperación que se observan en la gestión de las escuelas.
Parte de estos dilemas se concentran en cuánta “apertura” o “clausura” debieran impulsar autoridades, directivos y líderes del sector educativo. Esta pregunta apunta no solo a la reapertura de escuelas en el futuro, sino que – también - implica reflexionar en la situación actual sobre cuánto modificar los sentidos y estructuras propias de la cultura y del núcleo técnico de las organizaciones escolares. Un ejemplo de estos dilemas se expresa de modo paradigmático en las conversaciones sobre el currículum, concretamente en torno a los “objetivos de aprendizaje”: cuántos priorizar, cuáles serán sus énfasis, cómo evaluarlos y sobre cómo se pueden alcanzar en este escenario de incertidumbre . Otro ejemplo, altamente discutido, es cómo manejar las evaluaciones nacionales de calidad de aprendizajes y los procesos de promoción de las y los estudiantes en las escuelas. Esta conversación se acentúa en los cursos que implican acceso a niveles de enseñanza superior, dado que son altamente sensibles, y en particular en aquellos que permiten el acceso a la educación universitaria.
Imagen: Países afectados por el cierre total de escuelas y en proceso de reapertura al 2 de junio de 2020. Fuente: https://en.unesco.org/covid19/educationresponse
En este contexto, la tendencia en el mundo apunta a impulsar una reapertura de modo paulatino, focalizándose en objetivos educativos clave y minimizando riesgos. La consigna parece ser “menos es más” y al mismo tiempo comunicar un foco claro, coherencia institucional y colaboración entre los agentes. A nivel global ya han existido experiencias previas de cierre y reapertura de escuelas asociadas a situaciones de emergencia sanitaria, como por ejemplo el 2003 en Asia, cuando se propagó el Severe Acute Respiratory Syndrome, SARS, y el 2014 en África, en el marco de la epidemia del Ébola que afectó a Sierra Leona y Liberia. En estos casos hubo elementos comunes: clases a distancia durante el período de cierre y luego estrictas medidas de desinfección e higiene durante el proceso de apertura, además de apoyo psicosocial a las y los estudiantes. De acuerdo a datos de UNESCO, actualmente 150 países mantienen sus escuelas cerradas en su totalidad. Sin embargo, algunos sistemas escolares ya han iniciado la reapertura parcial de actividades presenciales (ver imagen), incluyendo a Noruega, Francia, Japón, Dinamarca, China, Taiwán y Nueva Zelanda. En estos países se utilizan diferentes medidas de distanciamiento y cuidado, como las que se mencionan a continuación:
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- Chequeos de temperatura al ingresar a las escuelas, como en Japón, China y Taiwán, por ejemplo.
- Escritorios de los estudiantes distanciados unos de otros, en países como Dinamarca, Israel, Noruega y China.
- Más lecciones fuera de sala de clases permanentes, en países como Dinamarca y Noruega con el objetivo de manera de facilitar el distanciamiento entre estudiantes.
- Lavado de manos y uso de mascarillas. Algunas escuelas de Taiwán, por ejemplo, hicieron obligatorio su uso. En Dinamarca, en tanto, se espera que los estudiantes laven sus manos cada una hora y, por ello, se han instalado dispositivos adicionales.
- Clases reducidas en tamaño en distintos países. Por ejemplo, al inicio del reintegro los estudiantes en Japón asistieron a sus escuelas dos veces por semana para evitar aglomeraciones de grupos grandes.
- Retorno en fases: distintos países y territorios han establecido el retorno en fechas diferenciadas según el nivel de los estudiantes. Por ejemplo, China priorizó el ingreso de los estudiantes de nivel secundario. En países como Noruega e Israel se entregó prioridad a los estudiantes de niveles más pequeños.
- Atención a la salud mental de los estudiantes, es el ejemplo de Japón.
- Anticipar brechas entre estudiantes al retornar y entregar apoyo en contenidos curriculares – en especial – en aquellas materias que más se necesiten como es matemáticas en el caso de EEUU., a
Organismos internacionales (Unesco, Unicef y el Banco Mundial, 2020) convergen en recomendar, como condiciones para la apertura, que las escuelas en todo el mundo cuenten con preparación a nivel de infraestructura (desinfectadas y adaptadas para cumplir las posibles medidas de distanciamiento social); refuerzos a equipo docentes y profesional (foco en apoyar académica y emocionalmente a los estudiantes); pedagógica (evaluar el progreso de estudiantes durante el período de cierre, identificar posibles pérdidas en el aprendizaje, organizar remediales, prepararlos para pruebas estandarizadas, reajustar el currículum y los objetivos de aprendizaje); y a nivel de estudiantes y de familia (apoyos en la disposición para volver a las escuelas y estrategias para continuar aprendiendo, sobre todo en zonas más vulnerables). Por ello, aconsejan un proceso de reapertura donde exista comunicación entre los distintos grupos de interés, incluyendo padres, apoderados y estudiantes. También sugieren coordinación sobre las condiciones de la reapertura y las medidas que se tomarán al respecto: una planificación que incluya un análisis detallado sobre los efectos de la emergencia en distintos niveles (sanitarios, curriculares, en la equidad, en la pérdida de tiempo de enseñanza, etc); determinar estrategias y acciones que permitan realizar una adecuada transición entre el aprendizaje a distancia y el presencial, ajustes curriculares y metodológicos de la enseñanza en etapa de reapertura (promoviendo aprendizajes de tipo práctico, como el Aprendizaje Basado en Proyectos, por ejemplo), un ajuste en el calendario escolar y de evaluaciones, otorgar apoyo a los profesionales y reforzarlos en diferentes formas a de enseñanza. Finalmente, uno de los focos del liderazgo pedagógico - que se infieren desde esta análisis comparado- es la aplicación de un proceso de selección curricular para priorizar aprendizajes clave a nivel nacional en territorios, pero sobre todo en los propios establecimientos con el fin de aunar esfuerzos y compartir los progresos observados.
En síntesis, se espera que los líderes escolares faciliten un equilibrio entre dilemas y opciones que en la opinión pública parecen excluyentes y a veces en aparente conflicto. Por ello, desde la Perspectiva del Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar, este es un momento para proveer foco, coherencia y facilitar la colaboración, poniendo énfasis en aquellos aspectos que dan seguridad y estructura a los distintos agentes del sistema, pero en particular a quienes son el centro del proceso educativo.
Documento editado por Paulo Volante y Claudia Llorente, Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar UC
Fuentes:
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000373401
http://www.iiep.unesco.org/en/reopening-schools-how-get-education-back-track-after-covid-19-13424