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Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar

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Uso de datos en el sistema de rendición de cuentas

Sonia Durán es directora en el Colegio Nuestra Señora de la comuna de Graneros, profesora con especialidad en Lenguaje y cuenta con un Magíster en Lengua y Literatura. En este momento, además, es alumna del Magíster en Educación, mención Dirección y Liderazgo Educacional de la Universidad Católica.

En esta ocasión, Sonia, quien cursa el tercer semestre del programa, profundiza en el tema que escogió para su proyecto final: El desafío del uso de datos por parte de directores, enfocado en la mejora escolar. Comenta que su motivación “nace de preguntarme cómo los directores y directoras estamos leyendo los resultados de las escuelas; cómo recogemos, cómo interpretamos y cómo utilizamos lo que nos dice la Agencia de Calidad de la Educación o lo que emerge de nuestras propias formas de evaluar”. Para ello, se basó en una muestra de directores pertenecientes a una red colegios particulares subvencionados de la Región de O’Higgins. Su proyecto contempla dos etapas: “Una fase de indagación, con encuestas y entrevistas semiestructuradas, y una fase de propuesta, que será un instrumento de análisis de datos para compartir con los colegios”.

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Actualmente se encuentra en la fase de indagación, donde ha recogido datos por medio de dos instrumentos especialmente diseñados: el primero, centrado en cuáles son los datos utilizados por las y los directores; cómo los perciben en cuanto a su calidad; cuáles son sus habilidades de análisis, para qué los utilizan y qué decisiones toman a partir de los datos, entre otros aspectos. El segundo instrumento le ha permitido visualizar de qué manera el uso de datos contribuye a la implementación de diversas prácticas, extraídas desde el Marco para la Buena Dirección y Liderazgo Escolar.

Como primeros resultados, ha observado que, si bien todos los directores valoran el uso de datos, aquellos más experimentados tienden a utilizar una mayor cantidad de fuentes de información. En general, las y los directores hacen uso de varios instrumentos como el SIMCE, por ejemplo, que es uno de los más mencionados. También valoran los Indicadores de Desarrollo Personal, la Evaluación Progresiva, y en cuanto a los instrumentos internos, las evaluaciones diagnósticas. Sin embargo, en general, los datos percibidos como de mayor calidad son aquellos entregados por organizaciones externas, contratadas por los mismos colegios, en comparación a la información levantada de manera interna y a las pruebas estandarizadas. También las y los directores destacan el valor de la Evaluación Progresiva de la Agencia de Calidad de la Educación. Por otro lado, la Guía Metodológica para el Uso de Datos de esta misma institución aparece como una herramienta que permite desarrollar y sistematizar el análisis de datos.

Cuando se indaga en qué ámbitos son utilizados los datos, se relevaron dos áreas centrales: el foco en “la equidad, la inclusión y el respeto a la diversidad” y el “desarrollo de una comunicación y coordinación efectiva y estratégica con el sostenedor”. La relevancia de este segundo indicador podría dar cuenta de una orientación hacia la rendición de cuentas (accountability) en las instituciones. Por otro lado, al relacionar la utilización de datos con las dimensiones del Marco para la Buena Dirección y el Liderazgo Escolar, lo que más aparece es la construcción e implementación de una visión estratégica compartida. El foco en los procesos de enseñanza y aprendizaje recién se sitúa en tercer lugar y llamativamente, el desarrollo de las capacidades profesionales al interior del establecimiento solo aparece en último lugar, muy por debajo del resto. Finalmente, cuando se indaga en quién realiza los análisis la respuesta es -mayoritariamente - el mismo director, jefe/a de UTP y los responsables de convivencia escolar, pero “un grupo asignado para analizar datos no existe”, comenta Sonia, en contraste con lo que se ha visto en experiencias internacionales sobre equipos de análisis de datos.

Los análisis de la profesional la han llevado a reflexionar sobre la relación entre los datos y la rendición de cuentas. Si bien las y los directores los utilizan dentro de sus prácticas de accountability, solo tienen un rol limitado en los procesos de mejora pedagógica. En ese sentido, una interrogante a profundizar es cuáles son las fuentes centrales de información para tomar decisiones de mejora: “el sistema obliga a rendir cuentas y quizás por no tener las herramientas, tampoco van generando sus propios datos, sus propias evidencias para generar las mejoras”. Otra interrogante tiene que ver con qué datos utilizan y cuál es el impacto que esta elección tiene en las decisiones de mejora. Finalmente, Sonia recalca que, si bien “esta muestra no es representativa de la población, sí da luces” sobre un tema que ha ganado terreno en la investigación global, pero que ha sido poco explorado en el contexto nacional.