Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar

¿Innovación o improvisación en la enseñanza remota?

A nivel global, en gran cantidad de establecimientos la suspensión de clases presenciales ha provocado una reducción del tiempo efectivo de enseñanza. Por ello, en los distintos sistemas e instituciones educativas ha sido necesario desarrollar adaptaciones curriculares y metodológicas, considerando las características del contexto y las diferentes modalidades de aprendizaje a distancia disponibles.

El análisis a nivel global realizado desde la OECD por Reimers y Schleicher (2020), se centra en analizar la disrupción causada en los sistemas educativos en medio de la pandemia por el COVID-19, reflexionando también sobre cómo volver a pensar la escuela. En esta ocasión, nos centramos en un aspecto central: la innovación de las instituciones y de sistemas educativos para potenciar el aprendizaje en este contexto. Una de las primeras reflexiones de los autores es cómo en algunos sistemas se ha optado por priorizar el contenido curricular central, es decir aquel que es clave para el avance de los estudiantes y -eventualmente- para sus evaluaciones. Paralelamente, en otros sistemas (o instituciones), se ha considerado la necesidad de potenciar competencias de tipo cognitivo, social y emocional (entre otras), y enfocarse en el bienestar de los estudiantes, manteniendo su compromiso y participación.

Por otro lado, si se comparan las prioridades de los sistemas y de las instituciones, en ocasiones existen brechas. Mientras los gobiernos suelen estar más centrados en mantener el foco en el aprendizaje académico, en muchas instituciones educativas el mayor énfasis está mantener el compromiso y la continuidad de las y los estudiantes. Además, es necesario diseñar adaptaciones que no sobrecarguen a las y los docentes y estudiantes, quienes suelen estar ya desgastados por los efectos de la cuarentena prolongada. Por ello, desde la política educativa una respuesta apropiada requeriría de flexibilidad para dar espacio a las diferencias regionales o entre los tipos de escuelas.

Otro aspecto importante es cómo las y los profesores y líderes escolares han sido los principales encargados/as de diseñar diferentes oportunidades de enseñanza a los estudiantes, muchas veces sin una formación específica para ello y con recursos limitados. En este sentido, el diseño de innovación a nivel local ha sido clave para mantener la actividad de la escuela y los procesos de enseñanza-aprendizaje. Pese a ello, en muchos casos las habilidades de los equipos para diseñar e implementar el aprendizaje a distancia son limitadas. Por esta razón, se hace necesario facilitarles formación y desarrollo profesional especializado, que les permita cumplir adecuadamente con esta labor. Más allá de eso, no solo necesitan de apoyo para abordar las metas académicas de las y los alumnos, sino, también, sus necesidades sociales, emocionales y de salud mental.

En este escenario se vislumbran dos oportunidades principales a implementar durante el período de apertura. La primera es aprender de las lecciones de la crisis al volver a clases y evaluar sus efectos. Por un lado, un desafío será verificar en qué grado los estudiantes incorporaron las habilidades y los conocimientos del currículum, pero –también- será necesario y útil conocer qué competencias han demostrado (o dejado de demostrar) durante el período de aprendizaje remoto. Por ejemplo, el aprendizaje efectivo fuera de la escuela requiere de mayor autonomía, de estudio de forma independiente, de automonitoreo y de la capacidad de aprender con metodologías diferentes a las habituales, en muchos casos a través de medios tecnológicos. Estas habilidades, pese a que parezcan haber sido necesarias solo en el período del cierre de las escuelas, probablemente deberán ser utilizadas durante un tiempo más bien amplio, al menos, hasta que la situación sanitaria se estabilice por completo.

En segundo lugar, es importante continuar con los esfuerzos para mantener la enseñanza remota y construir capacidades en las y los estudiantes y docentes para aprender y enseñar de esta forma. Esto incluye el potenciamiento de aquellas habilidades en los alumnos que les permitirán aprender de forma independiente. Estos puntos son especialmente importantes, dado que eventualmente existirán nuevas suspensiones de clases y es probable que el regreso sea -al menos inicialmente- de manera semipresencial. Además, independiente de la situación actual de emergencia sanitaria podrían existir beneficios derivados del aprendizaje a distancia: facilitaría el desarrollo de habilidades clave en a futuro, como son la comunicación, la investigación independiente y habilidades cognitivas de orden superior. En el fondo, se trata de desarrollar habilidades más relevantes para el contexto actual.

La crisis ha revelado el gran potencial para la innovación que existe en numerosos sistemas educativos. Por ello, un importante análisis a nivel de sistemas, pero también aplicable en las escuelas, es qué acciones se desarrollaron, cuáles fueron los procesos que permitieron desplegar este potencial, y por último, cómo mantener y extender la capacidad de innovar. Si bien en muchas instituciones educativas la suspensión de clases presenciales ha significado un desgaste y una carga extra, un efecto positivo es el aumento en las capacidades de innovación a nivel de organizaciones y de sistemas. Por ello, una expectativa es que el retorno a las escuelas no sea un regreso a la antigua normalidad y a las antiguas prácticas, sino que, por el contrario, exista un reconocimiento de los aprendizajes y logros obtenidos en este período que, seguramente, van mucho más allá de la implementación de plataformas tecnológicas con el fin de mantener e incorporar nuevas habilidades esenciales en la actualidad. Igualmente, un desafío es potenciar nuevas habilidades en las y los estudiantes que les sean útiles a futuro.

Existe una larga tradición de introducir nuevas herramientas tecnológicas en educación. Sin embargo, los costos son altos y, en ocasiones, los resultados magros o poco proporcionales al nivel del esfuerzo dedicado. Un desafío a nivel de sistemas es investigar cuál es la mejor forma de desarrollar innovación en las escuelas. Por otro lado, también es importante que las organizaciones educativas posean las condiciones para desarrollar innovación a nivel local. Para ello, es clave fomentar la autonomía profesional y una cultura donde las ideas se compartan y puedan ser refinadas de forma colectiva. Sin embargo, esto tampoco es suficiente ya que en ocasiones será necesario facilitar recursos, apoyos técnicos y experticia – incluso- desde fuera del sistema escolar. En el fondo, se trata de propiciar un ambiente que permita la implementación de ideas innovadoras y creativas con foco en la mejora. Para movilizar los apoyos para la innovación, particularmente en este ambiente de incertidumbre, es importante comunicar de la mejor forma la necesidad de soportes para lograr cambios. Es clave que las y los docentes se conviertan en agentes de cambio y que no solo implementen la innovación, sino que, también, la desarrollen de acuerdo a sus propias necesidades. Para ello, una tarea a nivel de sistemas es buscar formas de escalar y expandir estas experiencias y que no se conviertan solo en una anécdota de la crisis.

Una de las enseñanzas de esta situación -pese a todas las inequidades que ha expuesto en el ámbito de la educación- es la posibilidad y la necesidad de fomentar la innovación, a través de la colaboración dentro de las instituciones, entre organizaciones educativas y incluso con agentes desde fuera del sistema, quienes pueden compartir recursos y experticia. En el fondo, es un nuevo espacio para innovar no solo en lo metodológico agregando tecnologías, sino también para crear un currículum más relevante para las necesidades del futuro.

 

El artículo fue desarrollado por Claudia Llorente y Paulo Volante y se basa en:

Reimers, F., Schleicher, A. (2020). Schooling, disrupted schooling rethought: How the Covid 19 pandemic is changing education. OECD, abril 2020. Versión en español disponible en: https://globaled.gse.harvard.edu/files/geii/files/aprendiendo_durante_la_pandemia_v2-2.pdf