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Prácticas de liderazgo instruccional en Colombia

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Seidy Rodríguez cursó el programa de Magíster en Educación de la Universidad Católica, mención Dirección y Liderazgo Educacional, titulándose el 7 de octubre. Seidy es de Colombia y en su proyecto final analizó las prácticas de liderazgo instruccional de un grupo de directores escolares de la ciudad de Bogotá. Para ello utilizó la estrategia denominada “shadowing”, que consiste en seguir a un individuo por un período determinado, observando y registrando las actividades que realiza durante dicho tiempo.

Foto tesis seidy 1

En concreto, el objetivo del proyecto fue el de “analizar las practicas de liderazgo instruccional bajo la técnica del Shadowing realizado a tres directores de instituciones educativas de alto rendimiento académico en Bogotá”, identificando – además - relaciones con el modelo de Equipos de Liderazgo Instruccional (ELI). El proyecto fue realizado bajo la guía de la profesora Ingrid Olbrich. Se trabajó con directores de dos establecimientos públicos y uno privado, todos pertenecientes a la misma zona de la ciudad, con un nivel socioeconómico similar y con una matrícula de más de 3.000 estudiantes. Cada director fue observado por 5 días consecutivos, registrando en una bitácora todas las actividades de su jornada laboral. De esta manera, se les acompañó durante 6 a 8 horas diarias. Al final de este proceso cada uno fue entrevistado, con el fin de indagar en los objetivos de la institución, proyecciones a futuro e indicadores de logro.

Luego de analizar los registros, se estableció que los directores ejercieron prácticas similares entre sí y que éstas efectivamente se podrían relacionar con las prácticas del modelo ELI. Las dos prácticas más observadas fueron “retroalimentar la práctica docente” (22%) y “realizar ciclos de observación acerca de iniciativas de mejora” (20%), lo que permitiría inferir el interés de los líderes escolares por establecer procesos de mejora educativa en sus contextos y que sus profesores reciban algún tipo de acompañamiento o monitoreo. A continuación, aparece “construir una visión compartida entorno a la enseñanza y el aprendizaje” (19%), lo que da cuenta de discursos comunes en cuanto a las expectativas y rendimientos para la escuela y “monitorear metas curriculares y de los estudiantes” (16%). Las prácticas con baja evidencia fueron “definir los aprendizajes clave en un dominio específico del currículum” (9%), “llevar a los estudiantes a fijarse metas” (7%) y “asegurar que todos los estudiantes tengan experiencias de logro” (7%). No hubo evidencia de la existencia de dos prácticas: “constituir equipos de liderazgo instruccional” y “generar comunidades profesionales de aprendizaje”.

Como conclusión, si bien en Colombia el concepto de “liderazgo instruccional” no es utilizado de forma amplia, sí fue posible observar que los directores tienen incorporadas en sus rutinas prácticas que apuntan en esta línea, bajo una óptica de la mejora continua. Sí es llamativo que no exista la práctica de las comunidades profesionales de aprendizaje, y por lo tanto sería una sugerencia que les permita profundizar en los procesos de colaboración y reflexión para la mejora pedagógica. Finalmente, una proyección es la de utilizar la herramienta del “Shadowing” como un instrumento para conocer en detalle y de forma directa el trabajo directivo.

Seidy menciona que el programa de Magister “contribuyó de gran manera en su vida, dándole las herramientas necesarias para liderar y generar un cambio, teniendo un foco en la mejora educativa”, así mismo, le ayudó a insertarse en el mundo laboral trabajando con fundaciones que ejecutan proyectos de la alcaldía de su ciudad en el área de la inclusión y equidad educativa.