Noticias

Noticias

¿Qué aprendimos en las X Jornadas Interamericanas de Dirección y Liderazgo Escolar?

  • Imprimir

Propuesta 1 ppal 152

Después de meses de diseño y gestiones para la implementación de las X Jornadas de Dirección y Liderazgo Escolar 2021, nos hacemos la pregunta sobre qué hemos aprendido, e intentamos construir una síntesis que oriente la reflexión sobre la investigación y la práctica de la Dirección y Liderazgo Escolar.

Un aspecto diferenciador de este evento académico, y su realización a inicios de año post-pandemia 2020, es que por primera vez se organizó en forma virtual y convocó a más interesados que en todas sus versiones anteriores. De hecho, sostener y ofrecer el SUMMIT de Educación UC 2021 a más participantes de Chile y América Latina, nos parece en sí mismo un mensaje de fraternidad y compromiso con el sistema y las personas que lideran el campo educativo. Más de 5.000 personas participaron en la semana del encuentro, y en particular, más de 3.000 registrados del ámbito escolar es una cifra que muestra la relevancia de esta oportunidad. Un 60% de los participantes proviene de Chile y un 40% se distribuye en más de 20 países. Entre estos países estuvieron personas de Argentina, Ecuador, Colombia, México y Perú, alcanzando unos 700 participantes. Con respecto a los cargos y funciones que desempeñan, un 50% de los inscritos es director, directivo y/o cumple un rol de conducción formal, y un 40% es profesor/a de aula. Otros profesionales y roles agrupan al 10% del total. Esto es interesante, puesto que desde el enfoque del liderazgo escolar importa involucrar a los agentes del sistema que ejercen influencia desde distintas posiciones y responsabilidades. Se trata de distribuir la influencia y ampliar el capital profesional de cientos de miles de expertos en la región. Basta considerar, por ejemplo, que en Chile se cuenta con 220  mil profesores y profesoras en el sistema escolar, en Perú con unos  500 mil y en México son más de un millón y medio de docentes en ejercicio.

Interior 152 ppal 1

A la hora de intentar una síntesis de los temas y principales intercambios observados en estas X Jornadas, emergen las ideas de Conexión, Consistencia, Colaboración, Agencia y Foco. En los planteamientos de expositores internacionales, en las conversaciones de las redes regionales y de los representantes nacionales -tanto en ámbitos de investigación como en las experiencias compartidas-, observamos cómo operaban estos términos y conformaban un relato que contribuye a una oportuna reflexión sobre “dónde estamos y hacia dónde vamos”, a partir del escenario 2020 que se constituyó en una de las experiencias más exigentes para la gestión y el liderazgo alrededor del mundo.

En consecuencia, en esta versión muchas de las conversaciones con investigadores/as, directivos/as escolares, líderes, docentes y autoridades educativas fueron convergiendo en torno a cómo ejercer una influencia positiva y optimista respecto de las posibilidades y oportunidades que el sistema escolar puede dar a estudiantes y sus familias. Sin duda este es el acuerdo tácito entre todos aquellos que se involucran en este evento y destinan tiempo y energía a continuar. Pero, también, es un norte común que responde a las múltiples expectativas que los agentes del mundo escolar perciben. De ahí se relevan capacidades clave desde las que se espera construir respuestas y articular acciones.

En primer lugar, la capacidad de mantener la conexión entre profesores/as, líderes, autoridades y familias en diversos contextos y con distintos medios, se constituyó en un factor higiénico que el sistema y las organizaciones debieron resolver en forma rápida y sin precedentes. A nivel relacional, mantener conexión entre las personas ha mostrado ser un recurso clave para tomar el pulso del día a día y detectar las diferentes necesidades en los distintos miembros de nuestras comunidades.

Interior 152 ppal 2

En ese sentido, un posible diagnóstico común entre los distintos sistemas escolares que fueron presentados en estos días, es que todos ellos albergan diversidad en su constitución. Decir “sistemas educativos” significa hablar de diversidad de proyectos, de contextos y de prácticas, pero a pesar de las diferencias -que evidentemente existen entre las organizaciones y entre quienes formamos parte de ellas-, se busca compartir una visión y un propósito común, un sentido de misión y servicio orientado a maximizar las oportunidades de aprendizaje de estudiantes. En esa línea, parte del rol de directivos, gestores y líderes de las instituciones educativas, es potenciar y estimular las capacidades de las y los profesores. Se dice que el límite del aprendizaje de las y los estudiantes lo pueden definir sus docentes y, por cierto, el límite de las capacidades de estos últimos también estará dado por la calidad de las organizaciones en las que se desempeñan. Esta mirada fue especialmente fundamentada en la exposición del profesor Jonathan Supovitz de la Universidad de Pensilvania, quien nos enseñó como el capital social, el capital profesional, y las habilidades amplias de los estudiantes pueden ser un factor de resiliencia en tiempos de crisis.

En esta línea, esperamos sustentar la idea de una cadena de influencias que debe tener al menos tres elementos: consistencia, colaboración y foco. Consistencia a nivel de sistema, de redes, de políticas y de programas, coherencia entre creencias y prácticas, entre promesas y acciones, entre intenciones, acciones y resultados. La colaboración supone entender el punto de vista e intención de los otros, contribuir a una mirada compartida, a un camino común, privilegiando los objetivos del sistema, de la organización de la que somos parte. En ese sentido, los líderes colaboradores son líderes seguidores. Saben cuándo deben inhibir sus legítimas diferencias y cuándo deben sumarse a un todo y hacerse parte de un movimiento que trasciende la contingencia y el contexto particular. Se aspira a  transitar desde una colaboración amplia e indiferenciada, a una colaboración que tiene como foco la mejora de la enseñanza y el aprendizaje y que se basa en una relación de pares, fraterna, no amenazante y pública. Gran parte de la evidencia que presentaron Ellen Goldring y Xiu Cravens, desde Peabody College de la Universidad de Vanderbilt, impulsa actitudes y prácticas hacia lo que llaman “desprivatización pedagógica”.

Interior 152 ppal 2

Por último, surge la idea de orientar las decisiones por focos que refuercen el aporte de la escuela. Después de las crisis y de la percepción colectiva de amenaza, emerge la reflexión sobre aquello que conviene conservar, lo que podemos mejorar y lo que debemos cambiar, evitando dispersarnos y perder capacidades. Esto es lo que aconseja Stephan Huber, desde University of Teacher Eduaction Zug, quien basa sus recomendaciones en el estudio School Barometer, donde se realizó un levantamiento de datos transversal en Alemania, Austria y Suiza. Esta visión se complementa con las reflexiones realizadas por 6 representantes de la Red Interamericana de Liderazgo Educacional (RILE) en el marco del panel “Focos en Capacidades Clave de los Líderes Escolares en Las Américas”. Una importante conversación de este fue que entendemos la relevancia del liderazgo pedagógico, pero gran parte de lo que hacemos parece responder a otros énfasis y demandas. Por ello, la sugerencia es mantener un énfasis que permita no solo alinear los objetivos declarados, sino más bien experimentar un foco común y compartido en la práctica, y por ello en las formas de sentir, pensar y actuar en conjunto.

Una aspiración es que podamos entender cuál es el foco de las organizaciones y de los líderes escolares a partir de lo que hacen, de lo que son capaces de mostrar en su práctica. Como destacó Xiu Cravens, desde la Universidad de Vanderbilt, la observación de la práctica vale más que todas las palabras. Este es un principio activo en la búsqueda de espacios de colaboración entre profesores de Chile como, también, de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En el panel “Prácticas de Colaboración Intra y Entre Escuelas para La Mejora Sustentable”, pudimos constatar que la colaboración es ampliamente valorada por los profesores a nivel global y especialmente por los de Chile. Sin embargo, a la hora de contar con condiciones, capacidades y espacios, es necesario comprometerse con una implementación progresiva y sistemática. Es decir, la colaboración con foco pedagógico, requiere influencia de líderes y docentes, y paralelamente, para lograr colaboración entre equipos de distintos establecimientos, también será clave el liderazgo de las autoridades locales.

Sin pretender incluir todo lo planteado en las X Jornadas de Dirección y Liderazgo Escolar 2021, se propone destacar algunas de las ideas reiteradas en estos días. Esperamos se constituyan en ideas fuerza para un nuevo periodo de retos y oportunidades para las y los líderes en todos los niveles y responsabilidades en el sistema escolar.

 

Revise el programa realizado en las X JORNADAS DE DIRECCIÓN Y LIDERAZGO ESCOLAR 2021 en este enlace.