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Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar

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Liderando un nuevo proyecto educativo en Uruguay

Magdalena Melogño es profesora y se desempeña como docente de educación física en el Liceo Impulso de Montevideo, Uruguay, donde también tiene un rol de “líder instruccional”. Actualmente es participante del Diplomado en Gestión Directiva de Organizaciones Escolares, impartido por la Pontificia Universidad Católica en conjunto con la Graduate School of Education de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos).

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Magdalena comenta que el Liceo Impulso “es una institución de gestión privada, gratuita y laica ubicada en el barrio de Casavalle, que es una zona de alta vulnerabilidad” en la ciudad de Montevideo. Actualmente la institución atiende a 711 estudiantes, en niveles que en nuestro país equivalen del 7º básico a 4º medio y, según explica la docente, se basa en el modelo de Paul Bambrick-Santoyo, quien dirige la red denominada “Uncommon Schools” - escuelas de Estados Unidos de carácter gratuito, que se encuentran en contextos de riesgo, y que han logrado buenos resultados bajo una metodología específica -. En el Liceo, han implementado el modelo de las siete "palancas" del liderazgo escolar, propuesto por Bambrick-Santoyo: la enseñanza basada en datos, la planificación de la enseñanza, la observación y retroalimentación, el desarrollo profesional, la cultura estudiantil, la cultura del equipo de liderazgo y gestión de equipos instruccionales. En concreto, Magdalena menciona que en su rol de “líder instruccional” su misión es encargarse de desarrollar dos áreas clave: la observación y retroalimentación y el análisis de datos. Esto implica que debe acompañar y supervisar a docentes y a otros líderes de la escuela para que sean capaces de mejorar su enseñanza en base a la evidencia obtenida desde distintas fuentes.

La docente nos comenta que este año se encuentra participando en el Diplomado debido a que su organización se está expandiendo: para el 2022 tienen planificada la implementación de una escuela primaria y de un “centro de investigación para estudiar los resultados de los estudiantes, cómo aprenden, estandarizar esos los datos, y, así, diseñar estrategias y herramientas de evaluación y de enseñanza”. En este contexto, se le ofreció ser la “Directora Impulsora del Modelo Institucional” en la futura escuela primaria. Esto implica que debe ser quien replique y desarrolle el modelo de trabajo que ya se está implementando en el Liceo, acompañando y formando en un primer momento a quien será la directora del establecimiento y, luego, al equipo de docentes. Si bien, en la actualidad ocupa un cargo de liderazgo, cuenta que no había recibido capacitación formal en el área directiva: “Yo nunca me formé en gestión. El director, en la búsqueda (de un programa), encontró el Diplomado en Gestión Directiva y me dijo ‘encontré algo muy bueno’. Evaluamos los contenidos y creímos que eran propicios para mi desarrollo profesional”.

Pese a que se trata de un cargo que en principio será transitorio – se espera que su etapa de “impulsora” dure alrededor de 3 años -, Magdalena está motivada por el desafío. Por eso, menciona que algunas de las prioridades de su gestión serán promover una cultura de equipo de liderazgo, y realizar “observación y retroalimentación constante, de forma semanal, en tiempo real, y, después, un análisis de los datos”, con el fin de disminuir las brechas en la enseñanza.