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Desprivatización e interacciones colaborativas

Pamela Menares es profesora de Química y egresada del programa de Magíster en Educación de la Universidad Católica, mención Dirección y Liderazgo Educacional, donde se encuentra realizando su tesis llamada “Desprivatización de prácticas pedagógicas mediante la implementación del Ciclo de Investigación Colaborativa para la mejora educativa, en contexto de la investigación Fondecyt nº1201710”.

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Pamela comenta que su objetivo es estudiar las interacciones que ocurren entre docentes y directivos, en el marco de la implementación de una iniciativa de colaboración denominada Ciclo de Investigación Colaborativa. Esta se basa en el establecimiento de comunidades de práctica, donde equipos docentes planifican clases y luego estas son observadas, retroalimentadas y refinadas. En el marco del proyecto Fondecyt, cada una de estas etapas del Ciclo de Investigación Colaborativa fue implementada en sesiones virtuales, quedando registradas por medio de video. Para cumplir su propósito, Pamela realizó un análisis de registros audiovisuales del proceso de 3 escuelas, notando en qué medida las conversaciones se centraban en los elementos del triángulo instruccional (es decir, contenido curricular, desempeño del profesor y actividad de los estudiantes) o en otras temáticas.

En cuanto a los temas de las conversaciones que surgen a lo largo de las sesiones del Ciclo de Investigación Colaborativa, nos comenta que hay claras tendencias. Por ejemplo, en la fase de planificación compartida de la clase, el foco de las interacciones está mayoritariamente en el contenido curricular. Luego, en la fase de observación se logra hablar sobre los tres elementos del triángulo instruccional. En la retroalimentación, lo que pudo ver es que los equipos se enfocan mayoritariamente en el o la docente y sus alumnos, pero hay dificultades para incorporar el contenido curricular en su feedback. Por ejemplo, establecen conversaciones centradas en cómo incrementar o regular “la participación de los estudiantes, en cómo el docente los motiva”. Asimismo, otro tema de conversación recurrente es “cómo evidenciar el aprendizaje en el contexto digital”. Finalmente, en la última fase, la de refinamiento, “se recogen las percepciones anteriores y se vuelve a focalizar en el contenido curricular, pero ahora incorporando la actividad de los estudiantes: cómo aprenden, cómo nos acercamos a ellos, cómo hacemos que participen más y entiendan mejor”.

Otro de los hallazgos es la relevancia del rol directivo en esta iniciativa de colaboración. Por ejemplo, señala que cuando hay una alta participación de directivos en las sesiones, “se distribuyen mejor las interacciones y hay más compromiso”, en el sentido que todo el equipo participa y aporta. Además, en las escuelas “donde había presencia del director, los equipos docentes comprendían que esto era un proceso de cambio y de aprendizaje, y que iban a compartir y a colaborar”. Al respecto, menciona que uno de los directores constantemente motivaba a su equipo durante las reuniones con frases como “esto es para mejorar nuestras prácticas” o alentándolos a integrar las estrategias en el funcionamiento cotidiano del establecimiento.

Pamela remarca que en la medida que los equipos van implementando los Ciclos de Investigación Colaborativa es posible observar avances. Por ejemplo, las conversaciones cada vez integran más los tres elementos del triángulo instruccional. Sin embargo, también vislumbra desafíos en la implementación de iniciativas de colaboración, siendo el principal cómo optimizar el tiempo de cada una de las reuniones, de modo que estas sean lo más productivas posible.