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Jornadas analizan la relación entre el liderazgo y el mejoramiento escolar
En el marco del II Summit Internacional de Educación organizado por la UC, la Universidad de Pennsylvania y Duoc UC, expertos internacionales expusieron los resultados de investigaciones en la materia. También directivos y profesionales presentaron experiencias educativas exitosas.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, ha señalado que el liderazgo escolar es una prioridad de la política educativa en todo el mundo. Asimismo, estudios realizados por investigadores del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación de la UC, CEPPE, confirman el rol clave de este factor. Entre otros aspectos relevantes, estas investigaciones señalan que el liderazgo del director al interior de una escuela sería la segunda variable más influyente en los resultados de los estudiantes después de la enseñanza de los docentes en el aula.
En el marco de la inauguración de las III Jornadas Interamericanas de Dirección y Liderazgo Escolar, el rector de la UC Ignacio Sánchez afirmó que estos antecedentes demuestran el desafío que plantea el tema. “Se requiere de directores y líderes que influyan en los agentes escolares para satisfacer las altas expectativas de aprendizaje de los estudiantes. Ellos tienen que aplicar sus capacidades en la identificación y selección de estrategias de dirección que sean pertinentes al proceso de mejoramiento organizacional, basados en experiencias validadas y antecedentes actualizados".
El rector encabezó la ceremonia de apertura del encuentro, realizada el martes 7 de enero en el Salón Fresno del Centro de Extensión. En el acto también intervino el decano de la Facultad de Educación Cristián Cox. Las jornadas se desarrollaron entre el 6 y el 8 de enero en el marco del II Summit Internacional de Educación organizado por la UC, la Universidad de Pennsylvania y Duoc UC.
Cristián Cox señaló en su presentación que si se quiere abordar la problemática educativa actual no se pueden ignorar las profundas transformaciones que afectan a los tres elementos fundamentales del núcleo pedagógico: alumnos, contenidos y docentes.
Respecto de los contenidos, señaló por ejemplo que existe una marcada mayor complejidad que exige nuevas capacidades de abstracción, pensar en sistemas, comunicarse y trabajar colaborativamente, y un mejor manejo de la incertidumbre y adaptación al cambio, entre otros.
Los docentes enfrentan nuevos requerimientos y nuevas condiciones, entre ellos, comunicar de manera efectiva currículos más complejos y de mayor nivel.
Para liderar, sostuvo, es necesario interpretar bien las claves de este nuevo contexto. Citando a Kenneth Leithwood Cox señaló que los líderes efectivos son aquellos que logran movilizar las condiciones de los docentes e impactar en los aprendizajes. Para ello cuentan con un conjunto de prácticas probadas tales como construir una cultura colaborativa, monitorear las prácticas docentes y los aprendizajes, y promover la elaboración de una visión compartida.
Las III Jornadas de Dirección y Liderazgo Escolar contaron con la presencia de los destacados expertos internacionales Michael Johanek, Matthew Steinberg, Martin Ihrig y William Tierney, entre otros. El programa también contempló talleres enfocados al mejoramiento escolar y un panel donde se dieron a conocer experiencias exitosas de directivos escolares. Además, incluyó la ceremonia de titulación de los Diplomas en Gestión directiva de organizaciones escolares y Liderazgo educacional, versiones presencial y E-learning.
Durante la conferencia plenaria, que dio inicio a las jornadas, Paulo Volante, director del Programa avanzado de dirección y liderazgo escolar, se refirió a los desafíos que enfrentan quienes ejercen liderazgo. El líder, señaló, es aquella fuente de influencia organizacional que traspasa poder y que genera más fuerza, interés y convicción. “Se puede hacer de distintas maneras, con distintos estilos y a distintos ritmos. (…) Los líderes escolares están desafiados a llevar a la práctica sus ideas. Y esto es muy difícil porque cada vez que tenemos varias personas en una organización, tenemos variabilidad. Allí donde hay más de una persona, hay distintos puntos de vista, hay distintos valores, hay diferentes creencias, distintos ritmos”, dijo.
Agregó que muchas veces se requiere mucho esfuerzo para crear comunidad, complicidad, y lograr que los individuos tengan una misma concepción sobre lo que son la buena enseñanza y un buen aprendizaje. “Son aspectos bastante sutiles de la gestión escolar, pero tremendamente valiosos a la hora de ahorrar energía, a la hora de resignificar procesos, a la hora de ejercer procesos de feedback. Eso es algo que realmente es un tesoro y que se construye con tiempo, se construye con intencionalidad”, señaló el académico.
Volante agregó que puede haber modelos de proyectos, planificaciones estratégicas, sistemas de control de información, pero que éstos no funcionarán si no hay un acuerdo tácito y líderes capaces de traspasar ese poder, ese acuerdo tácito. “Cuando un profesor declara que en este colegio, en esta Universidad, en este instituto no hay proyecto educativo, lo que nos está diciendo es ‘ustedes no han sido capaces de transmitirnos una visión común, compartida, afianzada’ (…) ¿Para qué estamos acá? ¿A qué vinimos? y ¿Cómo sabemos que lo estamos haciendo bien? Es muy importante que las organizaciones tengan este accountability interno”, precisó.