Testimonios

Fortaleciendo la afectividad

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Jaime Munita, Magíster en Psicología y titulado del Diplomado en Dirección y Liderazgo Escolar UC.

Jaime Munita estudió Psicología en la Universidad Central y posteriormente realizó estudios de Magíster en Psicología, mención Psicología Social-Comunitaria, en la UC. Luego de trabajar por largo tiempo en el ámbito clínico en el sistema público de salud y en su consulta particular, derivó hacia el área de la educación. Hace 15 años se desempeña en el colegio Seminario Padre Alberto Hurtado de la ciudad de Chillán, donde ha ejercido como orientador, como encargado del equipo de psico-orientación y actualmente como Vicerrector de Formación del colegio, con tres áreas a su cargo: la pastoral, la orientación y las actividades extraprogramáticas.

Durante 2014 cursó el Diplomado en Dirección en Liderazgo Escolar de la UC, donde desarrolló un proyecto enfocado en el fortalecimiento de la dimensión socio-afectiva de los estudiantes, por medio del desarrollo de un plan piloto para elaborar un programa de la asignatura de orientación en el nivel I medio. El proyecto pretende generar un espacio de trabajo con los cuatro profesores jefes del nivel, enfocado a lograr claridad de los aspectos de la dimensión socio-afectiva que se quiere fortalecer, definiendo los aprendizajes esperados y luego una estrategia de evaluación de dichos aprendizajes. La idea es dar sentido y claridad al trabajo que el profesor jefe realiza con sus estudiantes y que se vincula estrechamente con la misión del establecimiento, que es la de “formar líderes cristianos de excelencia humana y académica”.

“EL Diplomado en Dirección y Liderazgo Escolar me permitió enfocar mi labor profesional con dirección, objetivos y métodos claros que permiten lograr los propósitos definidos”, explica Jaime Munita. “Pude analizar la propia acción profesional cotidiana a través herramientas concretas que favorecen el logro de los objetivos que como institución queremos desarrollar. En este sentido, el proyecto en sus diferentes etapas me ha permitido aplicar muchos de los conceptos adquiridos a un proceso específico, puntual, que el día de mañana permitirá ampliar este ejercicio a otros ámbitos o procesos de mejora a desarrollar en el establecimiento que me desempeño”, concluye.

“En síntesis, habiendo terminado el proceso de formación, considerando las distintas miradas y enfoques a la cuestión del liderazgo, el diplomado me ha permitido mirar el ejercicio de mi acción profesional con elementos de base científica que han favorecido un replanteamiento de mi ejercicio profesional, buscando desarrollar de mejor forma la tarea y orientar con más claridad los procesos de gestión y mejora del establecimiento en el que trabajo”, finaliza.