Banner institucional

Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar

Noticias

Noticias

Construyendo comunidades de práctica para la mejora instruccional

El desarrollo de prácticas de colaboración entre pares es una de las tendencias actuales cuando hablamos de iniciativas de desarrollo profesional docente. En ese sentido, las comunidades de práctica –grupos de profesores con un propósito común y orientados hacia la mejora de la enseñanza- aparecen como una estrategia clave. La profesora Xiu Cravens, investigadora de la Universidad de Vanderbilt y próxima invitada a las VIII Jornadas Interamericanas de Dirección y Liderazgo Escolar ha revisado rigurosamente esta temática, describiendo y sistematizando trabajo de las comunidades de práctica con foco instruccional. En esa línea, logró traspasar la experiencia del trabajo colectivo de los profesores de Shanghai, China, a docentes en Tennessee, Estados Unidos, quienes formaron verdaderas comunidades centradas en la mejora de la enseñanza. En esta ocasión, revisamos algunos de los elementos centrales sobre las condiciones que facilitan la implementación de comunidades de práctica.

xiucravens

Actualmente, la idea de que el trabajo colaborativo entre docentes contribuye a la mejora instruccional es ampliamente aceptada tanto a nivel de las escuelas como de políticas y consecuentemente, suele destinarse una mayor cantidad de recursos y tiempos a facilitar oportunidades de aprendizaje colectivo. Sin embargo, y pese a los continuos esfuerzos que se han dedicado, en muchos contextos aún no es posible ver resultados consistentes y sostenibles en el tiempo sobre la práctica en las salas de clase. La literatura muestra que las iniciativas de desarrollo profesional docente más efectivas son aquellas que se centran en el aprendizaje de los estudiantes, que tienen un foco específico en los contenidos y la enseñanza, que se alinean con el curriculum y que se desarrollan en la escuela. Por otro lado, las comunidades de práctica con mejores resultados son aquellas que están profundamente alineadas a los objetivos académicos y sociales de sus escuelas.

El concepto de “comunidad de práctica” ha estado en el campo de la educación desde los años 80. De acuerdo a la definición de Lave y Wenger (1991), una comunidad de práctica se produce cuando hay una labor compartida en que personas participan con sus pares. En el caso de la educación, la investigación previa ha mostrado que los docentes que participan en este tipo de iniciativas reportan mayores niveles de satisfacción y que su concepción sobre lo que implica una “buena enseñanza” suele estar en gran parte mediada por la comunidad de práctica en la que participan. Sin embargo, para su correcto funcionamiento requieren de algunos pasos clave: facilitar el aprendizaje individual y grupal con acceso a la observación de pares, participación activa y co-construcción y perfeccionamiento de prácticas. Para lograr estos pasos es importante mantener dos focos:

      • Colaboración focalizada en la enseñanza: el trabajo de los profesores pasa a ser abierto, sujeto a la discusión constructiva y a la mejora. El énfasis en la colaboración no es solo para “apoyar” a los profesores, sino mantener el foco en el aspecto instruccional. Es más probable que los profesores aprendan y crezcan si la colaboración se inserta en el contexto de la sala de clases y se construye a través de la experiencia y la práctica compartida. Más aún, es clave que se sostenga en ciclos iterativos en que se establezcan objetivos y se planifique, practique y luego refuerce, de modo de asegurar que las habilidades y el conocimiento son compartidos y se mejoran. Como resultado, las salas de clase se convertirán en terreno para la mejora continua de la enseñanza.
      • Práctica desprivatizada: En muchos contextos, la enseñanza es un acto individual y aislado. De ahí que sea un gran desafío movilizarla desde la experiencia personal hacia una práctica “transparente” y abierta, mostrando el propio trabajo a otros profesores y observando también el de ellos. Por ello, es clave facilitar un ambiente de confianza, donde los docentes se sientan cómodos al compartir y examinar sus ideas. Paralelamente, no solo se trata de observar y analizar la práctica, sino también de almacenarla y compartirla, haciendo que el diálogo pedagógico sea un recurso para el aprendizaje individual y colectivo. Este modelo de la práctica desprivatizada es común en oriente, donde experiencias como los “teaching study group”, que revisamos anteriormente en nuestro Boletín, están a la base de la mejora instruccional en Shanghai y  otras zonas de China.

Por otro lado, la creación y desarrollo de comunidades de práctica requiere de condiciones organizacionales facilitadoras: tiempo, espacio, y confianza, entre otras. En detalle:

      • Liderazgo instruccional del director: de acuerdo al equipo investigador, es la condición organizacional más importante. Una de las misiones de los líderes escolares es asegurar que todos los estudiantes tengan acceso a una enseñanza efectiva. Para ello, juegan un rol central al cultivar una cultura de aprendizaje profesional, por ejemplo facilitando interacciones centradas en lo pedagógico y guiando actividades específicas. En ese sentido, crearían un andamiaje para las comunidades de práctica.
      • Comunidad profesional a lo largo de la escuela: el sentido de comunidad percibido por los profesores es una condición previa que permite construir y sostener una comunidad de práctica para la mejora instruccional. Se espera que los profesores sean capaces de adoptar una postura de indagación, de desafiar sus supuestos y explorar evidencia y diferentes alternativas de solución a las dificultades que encuentren.
      • Confianza: está a la base de las comunidades de práctica. Los profesores que confían en sus pares serán más proactivos y participativos y estarán más dispuestos a tomar riesgos. Sin embargo, para muchos docentes se hace complejo superar la “barrera” del aislamiento.
      • Eficacia docente: aquellos docentes que creen que pueden impactar positivamente en el aprendizaje de sus estudiantes son más propensos a perseverar ante obstáculos y a implementar estrategias desafiantes. El aprendizaje profesional crea un círculo virtuoso: mientras aumentan las habilidades de los docentes, más aumenta su sensación de efectividad y su motivación por la mejora.

El equipo de investigación de la profesora Xiu Cravens implementó comunidades de práctica en 27 escuelas de Tennessee, otorgándoles apoyo por tres años: ¿Qué es lo qué observaron? Los profesores vincularon su participación en las comunidades de práctica con una mejora en la enseñanza, reportando un aumento en su reportorio de estrategias pedagógicas, sentirse más efectivos en su práctica y un mayor aprendizaje en sus estudiantes. Con respecto a los directores, el equipo de investigación relevó su rol al facilitar las condiciones para la construcción y mantención de comunidades de práctica efectivas.

A nivel local, el Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar facilitará la implementación de comunidades de práctica en organizaciones escolares de la Región Metropolitana y de la Región del Maule, en el marco del recientemente adjudicado proyecto FONIDE FON181800158 “Equipos expertos en prácticas de liderazgo instruccional y su transferencia a redes locales de mejora pedagógica”, coordinado por Magdalena Müller y cuyo equipo está conformado por los profesores Paulo Volante y Álvaro Salinas de la Facultad de Educación UC y Julio Domínguez desde la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule. El proyecto tiene como fin sistematizar prácticas de liderazgo instruccional y de enseñanza efectivas, generando un modelo de colaboración entre pares y entre escuelas, en el que participarán establecimientos de alto rendimiento y sus pares que requieran mejorar áreas focalizadas de enseñanza. De esta manera, se busca posicionar a nivel local el desarrollo de experiencias de trabajo entre pares, donde se desprivatice la práctica instruccional y se comparta la experticia docente.

Traducido y adaptado por Claudia Llorente y Paulo Volante desde:

Cravens, X., Drake, T. A., Goldring, E., & Schuermann, P. (2017). Teacher peer excellence groups (TPEGs) Building communites of practice for instructional improvement. Journal of Educational Administration, 55(5), 526-551.