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Siete principios clave sobre liderazgo escolar

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El año 2008, los profesores Kenneth Leithwood, Alma Harris y David Hopkins publicaron uno de los artículos más clásicos del liderazgo escolar, denominado “Seven strong claims about successful school leadership”, cuyo propósito fue resumir algunos de los hallazgos más importantes de la literatura del área hasta el momento. Diez años después, el 2018, los mismos autores realizaron una revisión a la luz de la evidencia actualizada, publicando un nuevo artículo: “Seven strong claims about successful school leadership revisited”, en el que buscan reformular los siete principios originales. En esta ocasión, presentamos el texto más actual de los autores, destacando cada uno de los siete principios:

Afirmación 1 - El liderazgo escolar está en segundo lugar luego de la enseñanza como influencia en el aprendizaje de los estudiantes: esta es la afirmación más aceptada y una de las que acumulan más evidencia a su favor. Sin embargo, los autores realizan algunos aportes en esta nueva versión del texto, como reconocer otros factores a nivel de escuela o de sala de clase que influyen en gran medida en el aprendizaje, por ejemplo, el optimismo académico, la cultura académica, la eficacia colectiva de los profesores o el clima disciplinario. También destacan el aumento de evidencia que respalda el efecto del liderazgo escolar, que pese a ser limitado en magnitud ha sido consistentemente significativo. Así, la versión revisada del principio 1 es: El liderazgo escolar tiene un efecto en características de la organización escolar que influyen positivamente en la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Aunque moderada en tamaño, este efecto del liderazgo es vital para el éxito de la mayoría de los esfuerzos de mejora escolar.

Afirmación 2 - Casi todos los líderes exitosos se basan en el mismo repertorio de prácticas exitosas de liderazgo: El artículo original describió cuatro dimensiones clave. La evidencia ha aumentado, hasta identificar 21 prácticas en esta cuatro dimensiones, mostradas en la Tabla 1.

Tabla 1. Lo que los líderes exitosos hacen

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Fuente: Adaptado desde Leithwood, Harris y Hopkins (2018)

Afirmación 3 - La forma en que los líderes ejercen esas prácticas (no las prácticas en sí mismas) demuestran responsividad al contexto en que se desempeñan: El texto original señaló que los directores exitosos, si bien eran sensibles a sus contextos, no modificaron sustancialmente sus prácticas de acuerdo a sus entornos. En cambio, la investigación reciente ha resaltado la importancia de que los líderes respondan adecuadamente a las demandas que enfrentan. En ese sentido, una pregunta que los líderes deberían hacerse al momento de tomar decisiones es “Bajo estas condiciones, ¿qué debería hacer?”. En este caso, los autores reconocen que el tercer principio se mantiene en su formulación actual.

Afirmación 4 - Los líderes escolares mejoran la enseñanza y el aprendizaje indirectamente y más poderosamente a través de su influencia en la motivación, habilidades y condiciones de trabajo del personal: La nueva investigación identificó once mediadores específicos sobre los que el liderazgo “fluye” para ejercer influencia en el aprendizaje. Estos se agrupan en cuatro categorías: condiciones racionales (conocimiento y habilidades del staff de la escuela sobre el curriculum, la enseñanza y el aprendizaje), emocionales (disposiciones o estados afectivos, incluyendo la confianza, el compromiso y la eficacia colectiva), organizacionales (características de la escuela que dan forma a las interacciones y relaciones) y familiares (culturas educativas del hogar que infuyen en el logro de los estudiantes. De este modo, la versión revisada del principio dice: El liderazgo escolar mejora la enseñanza y el aprendizaje, de manera indirecta y más poderosa, al mejorar el estado de las condiciones clave importantes del aula y de la escuela y al fomentar las interacciones entre padres e hijos en el hogar que mejoran aún más el éxito de los estudiantes en la escuela.

Afirmación 5 - El liderazgo escolar tiene una mayor influencia cuando está ampliamente distribuido: La evidencia de los últimos años ha profundizado en este principio, respaldándolo e incluso ampliándolo. Por ejemplo, se ha estudiado el liderazgo compartido y el desempeño del equipo, el liderazgo de redes y el bienestar de los líderes en distintos niveles. La afirmación se reformula de la siguiente manera: El liderazgo escolar puede tener una influencia especialmente positiva en los logros de la escuela y de los estudiantes cuando es distribuido.

Afirmación 6 - Algunos patrones de distribución son más efectivos que otros: La evidencia reciente muestra que los patrones de distribución más productivos difieren de escuela a escuela. El liderazgo distribuido se basa en interacciones, junto con el establecimiento de nuevos equipos, agrupamientos y conexiones para fines específicos. Consecuentemente, la efectividad del liderazgo distribuido, dependerá del patrón particular de distribución y este patrón se relacionará con las necesidades de la organización y los niveles de experiencia que existan dentro.

Afirmación 7 - Un pequeño grupo de rasgos personales explica una alta proporción de la variación en la efectividad del liderazgo: si bien la formulación original de este principio refería a “rasgos” de la personalidad, ahora los autores utilizan el concepto de “recursos personales de liderazgo” (Tabla 2), que incluye distintas cualidades que potenciarían una práctica efectiva:

Tabla 2. Recursos personales de liderazgo

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Fuente: Adaptado desde Leithwood, Harris y Hopkins (2018)

De este modo, en vez de atribuir el efecto a elementos de la personalidad del líder escolar, se habla de prácticas que son sujetas a la mejora. De esta manera, la séptima declaración se reformula de la siguiente manera: Si bien se requiere más investigación, el conjunto bien definido de "recursos personales de liderazgo " es promisorio al explicar una alta proporción de la variación en las prácticas ejercidas por los líderes escolares.

¿Cuáles son algunas de las conclusiones finales? En primer lugar, que las definiciones y el entendimiento sobre el liderazgo escolar han evolucionado y se han profundizado. En ese sentido, un desafío para la investigación futura es preguntarse no solo qué hacen los líderes escolares efectivos, sino también cómo lo hacen y además evaluar el grado de impacto.

Artítculo traducido y editado por Claudia Llorente y Paulo Volante desde:

Leithwood, K., Harris, A., & Hopkins, D. (2019). Seven strong claims about successful school leadership revisited. School Leadership & Management, 1-18.