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Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar

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Promoviendo la colaboración para la mejora pedagógica

 

La idea de que el trabajo colaborativo entre docentes contribuye a la mejora escolar es ampliamente aceptada tanto a nivel de las organizaciones educativas como de investigación y políticas. Existen diversas modalidades para implementar la colaboración, siendo las comunidades de práctica una de las principales. De acuerdo a la definición de Wenger (2004), estas pueden ser entendidas como “grupos de personas que comparten una preocupación o una pasión por algo que realizan y quieren aprender cómo hacerlo mejor a medida que interactúan regularmente”, compartiendo elementos como un foco en un dominio específico, una comunidad que participa en actividades, que se presta apoyo mutuo y que comparte información, y una práctica, es decir, un repertorio común de recursos. Aportando una descripción específica para el campo de la educación, Jonathan Supovitz y Jolley Christman (2003) sistematizaron el concepto de “Comunidades Instruccionales de Práctica”, carácterizandolas como comunidades al interior de las escuelas cuyo foco específico es la mejora de la enseñanza y del aprendizaje de los estudiantes.

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A nivel local, el Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar se encuentra potenciando la implementación de comunidades de práctica en organizaciones escolares de la Región Metropolitana y de la Región del Maule, en el marco del proyecto FONIDE FON181800158 “Equipos expertos en prácticas de liderazgo instruccional y su transferencia a redes locales de mejora pedagógica”, coordinado por Magdalena Müller, junto a los investigadores Paulo Volante y Álvaro Salinas de la Facultad de Educación UC y Julio Domínguez desde la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule. El proyecto tiene como fin sistematizar prácticas de liderazgo instruccional y de enseñanza efectivas, generando un modelo de colaboración entre pares y entre escuelas. De esta manera, se busca posicionar a nivel local el desarrollo de experiencias de trabajo entre pares, donde se desprivatice la práctica instruccional y se comparta la experticia docente. Concretamente, el proyecto trabaja con 22 escuelas públicas, 11 en la comuna de El Bosque y 11 en Talca. Se convocó a trabajar a por lo menos dos miembros del equipo directivo (normalmente directores y jefes de UTP), profesores de Matemática e inglés de 8º año y al profesional PIE.

Algunas preguntas que guían el proyecto son cuáles son las prácticas de liderazgo instruccional que generan condiciones para el logro de los aprendizajes esperados, de acuerdo a la percepción de los equipos directivos, qué condiciones se necesitan para lograr colaboración dentro de los establecimientos y entre estos, y cuáles son los obstaculizadores para la colaboración. Por otro lado, dos antecedentes clave el proyecto son la experiencia TPEG, Teacher Peer Excellence Groups, implementada desde la Universidad de Vanderbilt en escuelas del estado de Tennessee (Estados Unidos), proyecto del que hemos hablado en ediciones anteriores del boletín, y en Chile la experiencia de los Equipos de Liderazgo Instruccional, desarrollada en el marco del proyecto Fondecyt Nº 11100466.

Como hemos mencionado anteriormente, el proyecto TPEG tomó elementos clave del modelo de trabajo colaborativo de las escuelas de Shanghai, China, adaptándolos al contexto de Estados Unidos. Uno de los aspectos centrales del proyecto TPEG, son sus “objetivos no negociables”, que sientan las bases de su ciclo de investigación colaborativa. Estos objetivos son:

  1. La práctica de la enseñanza se hace visible a otras personas, es decir que enseñanza se desprivatiza a través de planificación de clases colaborativa, la observaciones de pares y la retroalimentación
  2. El trabajo colectivo es posible de registrar y compartir, es decir que se acumula a través del tiempo, se registra y es accesible para otros profesores
  3. La experticia de los docentes ayuda a validar estrategias de enseñanza, es decir que a través del refinamiento y la práctica continua de la planificación y enseñanza de clases, los miembros de los TPEG mejoran su práctica.

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Por otra parte, el proyecto Fondecyt Nº 11100466, tuvo como propósito desarrollar Equipos de Liderazgo Instruccional (ELI), es decir equipos de tarea centrados en realizar una mejora focalizada en la enseñanza de los profesores y en el aprendizaje de los estudiantes. Para ello, el trabajo se sistematizó en las denominadas “Prácticas ELI”, entre las que se cuentan construir una visión compartida sobre la enseñanza y el aprendizaje, es decir un entendimiento común que esté a la base de las acciones de mejora; seleccionar aprendizajes clave dentro del curriculum, que son aquellos que son perdurables y necesarios para lograr otros aprendizajes; retroalimentar la práctica docente y realizar ciclos de observación de clase, abriendo las salas de clase a la observación entre pares para la mejora.

Concretamente, el proyecto FONIDE FON181800158  “Equipos expertos en prácticas de liderazgo instruccional y su transferencia a redes locales de mejora pedagógica” cuenta entre sus actividades visitas y entrevistas a las escuelas participantes, sesiones ampliadas de colaboración, sistematización de comunidades de práctica y sesiones de apoyo. El equipo de investigadores y profesionales del proyecto ha acudido a los establecimientos, realizando sesiones en las organizaciones y entre ellas. Por ejemplo, las sesiones ampliadas han sido una oportunidad para reunior a los distintos equipos, permitiendo sentar las bases para la colaboración entre escuelas. En la primera sesión ampliada se pidió a los equipos seleccionar un aprendizaje clave, y en a segunda, cada grupo disciplinar trabajó en una planificación conjunta con foco en el objetivo de aprendizaje seleccionado. Luego, los profesores de los distintos establecimientos intercambiaron perspectivas en relación a la forma de abordar la planificación y las estrategias para el logro del objetivo.

El proyecto puede ser enmarcado en 3 áreas de investigación global: mejoramiento escolar, liderazgo educativo y comunidades de práctica. A nivel local, su objetivo es producir evidencia sobre la implementación de estrategias de colaboración dentro y entre las escuelas, basado en la creación de comunidades de práctica para el mejoramiento pedagógico. Por ello, los próximos pasos involucrarán trabajo directo con los establecimientos, explorando y modelando prácticas de Liderazgo Instruccional y de enseñanza, a la vez que se identifican facilitadores y obstáculos en la colaboración para el mejoramiento y se analizan y sistematizan buenas prácticas para la colaboración.

Texto editado por Claudia Llorente y Paulo Volante