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¿Cómo entienden la autoridad pedagógica los futuros docentes?

La enseñanza y el aprendizaje escolar es un proceso interpersonal sostenido primordialmente por el establecimiento de una relación asimétrica entre docentes y estudiantes. Para las y los alumnos, el desarrollo de nuevas habilidades y competencias requiere de una guía especializada que los oriente, guíe y acompañe. De esta forma, educar implica asimetría y jerarquía; es decir, autoridad pedagógica.

La relación de la autoridad pedagógica ha sido reconocida por distintos estudios como el sustento de la acción educativa. Sin embargo, en la actualidad la comprensión de la autoridad ha variado, por ejemplo, debido a elementos como la secularización y la democracia, que implican una “sospecha” del orden social heredado y garantizado por la institución escolar. De esta forma, es válido preguntarse cómo se comprende actualmente  este concepto. La tensión se hace especialmente presente en quienes ahora se forman como docentes, dado que ellos mismos han sido parte de los cuestionamientos al orden social y a las definiciones de poder. Por ello, cabe preguntarse qué nuevas comprensiones de autoridad pedagógica tienen las y los estudiantes de pedagogía.

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El estudio liderado por el profesor Guillermo Zamora de la Facultad de Educación UC, intentó profundizar en estas interrogantes, fijándose dos objetivos centrales. El primero, “identificar los significados que construyen acerca de la autoridad pedagógica los estudiantes del magisterio de distintas naciones iberoamericanas” y el segundo, “identificar los motivos por los cuales se reconoce autoridad docente según las percepciones de los estudiantes del magisterio de distintas naciones iberoamericanas”. Para ello, trabajó con una muestra de 913 estudiantes que se forman como profesores de Educación Primaria en cuatro universidades iberoamericanas: Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), Universidad de Carabobo de Venezuela (UC), Universidad Libre de Colombia (UL) y Universidad Castilla la Mancha de España (UCLM). A cada participante se le aplicó el cuestionario denominado ‘Significados y percepciones de la autoridad Pedagógica’. De esta forma, fue posible obtener resultados comparables entre los cuatro grupos.

¿Qué es lo que se encontró? En primer lugar, cuando se solicita al grupo de encuestados asociar libremente “autoridad pedagógica” con tres palabras, en general existe coincidencia. Las más mencionadas son “respeto” y “responsabilidad”. También aparecen “disciplina” y “orden”, aunque con menor frecuencia. Esto daría cuenta de una percepción que incluye cualidades positivas sobre el cuidado de otros y sobre las relaciones interpersonales. Es relevante constatar que los estudiantes latinoamericanos coinciden en mencionar “liderazgo/líder” y “conocimiento”. Estos conceptos referirían a una conducción menos jerárquica y más enfocada en la enseñanza. En cambio, los estudiantes españoles asocian más recurrentemente la autoridad a una conducción jerárquica, utilizando palabras como “orden”, “disciplina”, “seriedad”, “control”, “estricto” y “poder”.

La encuesta también consultó sobre el término que mejor representa la “autoridad pedagógica” (ver Tabla). Existe fuerte coincidencia en asociarla a un “experto” (las menciones fluctúan entre 21.8% en Colombia y 37.5% en España). También es ampliamente mencionado, sobre todo en los estudiantes latinoamericanos, el término “líder”. Es relevante observar que en el grupo español aparecen con frecuencia términos más normativos, concretamente “dictador” (20.2%) y “juez” (16.3%), conceptos escasamente nombrados en latinoamérica. En el otro extremo, en los estudiantes de las cuatro universidades existe una débil asociación de la autoridad con el término “amigo” (fluctúa entre 1.0% en PUC Chile y 5.1 en UC Venezuela).

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También se indagó en las características del profesor o profesora que más reconocerían como autoridad. En términos generales, se advierte que existe una alta coincidencia en las cuatro universidades y una connotación positiva. Tres de las características refieren a dimensiones directamente relacionadas con la enseñanza: “sabe lo que enseña”, es “claro” y “preciso”. La valoración de este aspecto es coherente con la imagen de “experto” que asociaban al concepto. También es relevante la relación que se establece entre la autoridad y el buen trato y cuidado del otro (“respetuoso”), el ser referente (“buen ejemplo”) y ecuánime (“justo”).

Se consultó al grupo de estudiantes la relevancia que atribuyen a distintos factores para que un profesor o profesora sea reconocido como autoridad. Se observa que la mayor fuente de reconocimiento, en las cuatro universidades, se relaciona con la dimensión de “enseñanza y respeto”, cuyos resultados son especialmente altos en Chile. Dentro de esta arista, destaca el indicador “ser respetuoso con los estudiantes” en tres de los países. Por el contrario, es interesante destacar la relevancia moderada que atribuyen los estudiantes a la dimensión “cercanía y simpatía”. De hecho, la dimesión más débil es “ser buena onda”. También tiene moderada relevancia la dimensión denominada “carácter, exigencias y experiencia” y el indicador peor evaluado, “aplicar sanciones de forma implacable”. Esto podría implicar que para los futuros profesores el castigo sin deliberación no ofrece legitimidad como autoridad. Finalmente, el género de los docentes no es percibido como una fuente de reconocimiento.

De las conclusiones del estudio se puede establecer que existe una percepción transversal del “respeto” como uno de los elementos esenciales de la autoridad pedagógica. Esto marca una diferencia con concepciones más tradicionales, asociadas a la obediencia y al acatamiento. De esta forma, las jerarquías inflexibles son reemplazadas por una mayor cercanía, lo cual podría tener consecuencias en la acción educativa ya que, de acuerdo a los autores, se “podría estimar que los futuros profesores estarán más atentos a evitar abusos de poder y excesos que obstaculicen el desarrollo de la singularidad de sus estudiantes” (p. 27), y que tendrán en cuenta la generación de ambientes de cuidado. Una segunda conclusión es la relevancia que otorgan los encuestados a la enseñanza, refiriéndose a los docentes con mayor autoridad como “expertos”, que “saben lo que enseñan”, son “claros” y “precisos”. La tercera conclusión es que los participantes del estudio no asocian la autoridad pedagógica con liderazgo horizontal o simétrico.

 

Artículo editado por Claudia Llorente y Paulo Volante, desde:

Zamora-Poblete, G., Gil-Madrona, P., Méndez-Hinojosa, L. M., Galvis-Leal, P., & Tadeo-Morales, J. (2020). Meanings of pedagogical authority in future teachers in Spain and Latin America. Understandings in education students from Chile, Colombia, Venezuela and Spain (Significados de la autoridad pedagógica en futuros profesores y profesoras de Iberoamérica. Comprensiones en estudiantes de pedagogía de Chile, Colombia, Venezuela y España). Culture and Education, 32(2), 242-271.