Programa Avanzado en Dirección y Liderazgo Escolar

Fortaleciendo el desarrollo profesional y la colaboración

Samuel Díaz es director del Departamento de Educación de la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Pozo Almonte (Cormudespa), en la región de Tarapacá, y tiene a su cargo el funcionamiento de 10 establecimientos escolares. Desde su rol, uno de los principales focos que ha impulsado ha sido el de fortalecer el desarrollo profesional docente, lo que ha implicado un trabajo intenso y continuo durante los últimos años.

En concreto, comenta que actualmente se encuentran potenciando, junto a su equipo, el desarrollo profesional a través de tres componentes: la inducción de nuevos docentes y asistentes de la educación que se incorporan a los establecimientos; la formación en servicio, definida a partir de las necesidades detectadas por cada escuela, y el desarrollo profesional entre pares, donde han propiciado que se incorpore el análisis de datos y la reflexión conjunta sobre las prácticas de enseñanza y los resultados de aprendizaje. Para esto ha sido clave la sistematización que propone el modelo de los Ciclos de Investigación Colaborativa (en el marco del proyecto Fondecyt 1201710), que se componen por la planificación compartida de clases, la observación y retroalimentación entre pares y finalmente el refinamiento de la planificación. Además, en esta línea de trabajo entre pares destaca el fortalecimiento que han realizado de las denominadas “redes de mejoramiento escolar”, las que se dan entre profesionales de distintas escuelas de la comuna. Por ejemplo, cuentan con una red de docentes de inglés, otra de matemática y más recientemente, una de lenguaje, quienes se reúnen a planificar y resolver temáticas de la asignatura. Por otro lado, existen redes de directivos/as de las escuelas multigrado y de los establecimientos regulares, además de un microcentro de escuelas unidocentes.

Samuel señala, además, que estas orientaciones para el desarrollo profesional han sido incluidas en el Plan Anual de Desarrollo de la Educación Municipal, PADEM, por lo que están formalmente incorporadas en la planificación comunal. Esto también ha permitido que el Departamento de Educación haya solicitado a las escuelas especificar acciones concretas de desarrollo profesional y colaboración en sus Planes de Mejoramiento Educativo (PME). Como principios que guían la implementación del desarrollo profesional, menciona la “finalidad, que significa que a la base tienen que estar las necesidades educativas y los resultados de aprendizaje de nuestros estudiantes. También hay un principio de colaboración, es decir, que esperamos tener espacios para compartir experiencias y prácticas, y finalmente, el principio de proyección, que esperamos generar nuevos conocimientos, que nos sirvan para nuestros contexto y para mejorar nuestras competencias”. En concreto, menciona que todos los docentes tienen designadas dos horas semanales para la colaboración, durante las que justamente tendrían la posibilidad de implementar prácticas como las del Ciclo de Investigación Colaborativa.

El último año no ha estado exento de desafíos para las escuelas de Pozo Almonte, siendo uno de los principales obstáculos la conectividad de los estudiantes. Por otro lado, la implementación de la agenda de actividades de desarrollo profesional en formato a distancia también ha sido exigente para los equipos de las escuelas. Por ello, una prioridad en la actualidad es “hacer un análisis de las cargas de trabajo” para definir una configuración más optima de las jornadas. Sin embargo, el trabajo a distancia también trajo una oportunidad para la comuna: en la actualidad ha aumentado la intensidad de la labor de las “redes de mejoramiento escolar” entre establecimientos. Dadas las características de la zona -varias escuelas están muy alejadas entre sí- los encuentros presenciales eran complejos e implicaban altos niveles de coordinación.

Con respecto a los cambios observados desde que comenzaron a promover el desarrollo profesional y la colaboración, reflexiona que “ha habido una evolución”. Por ejemplo, explica que hasta hace algún tiempo estas actividades eran dirigidas unidireccionalmente por los equipos directivos: “eso tuvimos que transformarlo (…), nosotros les decimos que es un espacio de reflexión, de intercambio de experiencias, de conversación, de retroalimentación”. Samuel agrega: “ahora ya hay una disposición a trabajar en equipo y a colaborar. Al principio no se entendía y costó luchar con una cultura ya instalada, pero la colaboración nos ha ayudado mucho a la participación. Todos los procesos que tenemos son participativos, para que la comunidad pueda aportar, para que podamos llegar a buenos consensos. Tenemos un foco que son los estudiantes, sus aprendizajes, sus necesidades educativas y en base a eso tenemos que ir construyendo en conjunto”.